El Extravío del Hombre 


Introducción: 

Estamos viviendo tiempos peligrosos para los hijos de Dios, este tiempo corresponde al denominado por la Biblia como “el tiempo del Fin” Dan 12:4 Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. 

El versículo del libro de Daniel hace referencia a estos tiempos. Es innegable el vertiginoso aumento de la ciencia en nuestros días y podemos ver que, a pesar de ello, la ciencia no ha logrado frenar el aumento de la maldad también profetizado para estos tiempos… “Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” (Mat 24:11-12

Por lo que podemos observar a través de las Sagradas Escrituras, que no sólo ha aumentado la ciencia, sino que además, ha aumentado la maldad. Estos factores influyen notoriamente en el cambio de conducta de los hombres, los cuales influenciados por Satanás corren de un lugar a otro a su propia perdición. 

Sin tener clara conciencia del rumbo que llevan, los hombres buscan solución a sus inquietudes por medio de la lectura de sus manos, de los horóscopos, echando las cartas, consultando a los espíritus y muchos otros medios, siendo esclavos del pecado y de gente inescrupulosa que aprovechándose de la ignorancia de ellos, se lucran, obteniendo grandes ganancias que a la vez hacen más pobres a los que les consultan. Como dijo el profeta Daniel, “correrán de aquí para allá” Pero… ¿Dónde comienza el extravío del corazón del hombre? Para encontrar la causa, debemos de observar atentamente lo que dice las Escrituras en 1 Timoteo 6:10… “porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” 

El dinero en sí no es malo pero si lo es el “amor” al dinero ya que produce codicia (afán excesivo de riquezas). Aunque el deseo de riqueza se basa en el deseo de seguridad no conduce más que a la ansiedad. Cuanto más tenga una persona que guardar, más tendrá que perder; y tenderá a estar obsesionado por el riesgo de perder. Hay una vieja fábula acerca de un campesino que le prestó al rey un gran servicio, por lo que le recompensó con mucho dinero. Durante algún tiempo el hombre estuvo encantado; pero llegó un día cuando fue al rey y le suplicó que le quitara todo lo que le había dado, porque se había introducido en su vida una antes desconocida ansiedad de perder todo lo que tenía. 

Otro de los factores del extravío se encuentra en la ignorancia. Dice la Biblia, “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento…” (Oseas 4: 6a); “Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra.” Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden. (Oseas 4: 1-2

La falta de conocimiento no de la ciencia de este mundo, sino de la Palabra de Dios, resulta en el extravío de los hombres. Mientras más aumenta la ciencia de este mundo, mayor es el extravío de los hombres corriendo de un lugar a otro sin tener un objetivo definido. La mayor parte de la población de esta tierra cuenta un dispositivo llamado celular conectado a Internet; hasta los niños poseen uno debido a que sus padres no tienen tiempo para jugar con ellos, prefieren que se entretengan con dichos aparatos.
 
El extravío de nuestra generación es muy notorio y gran culpa de ellos la tienen los medios de comunicación y los políticos de turno, quienes en pro del progresismo la moral de nuestros predecesores la han hecho parecer como algo muy primitivo que no ha evolucionado de acuerdo a los tiempos que estamos viviendo. Ya lo había profetizado y advertido el gran Apóstol Pablo refiriéndose a los argumentos de estos progresistas; “Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia,” (1 Timoteo 6:20

Con pesar recuerdo haber sido menospreciado por otro “pastor” que me trató de pastor “añejo”, “anticuado”, que no he evolucionado de acuerdo a los tiempos modernos. Yo le refuté sus argumentos con el texto del profeta Jeremías donde dice: “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.” (Jeremías 6:16

Que lejos está para los falsos maestros sujetarse a la Palabra de Dios. “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” (1 Pedro 4:11

Quiero concluir esta reflexión con el siguiente texto Bíblico que es un espejo de lo que actualmente acontece en toda la tierra… “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!” (Isaías 5:20) 

“Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, …” (Salmos 33:12

Gracia y paz en el Señor Jesucristo, noviembre de 2021.-