La Dracma Perdida




“¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido. Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.” (Lucas 15:8-10)

¿Qué es una dracma?

La dracma es una moneda griega. 

En el 332 a.C., los griegos invadieron el territorio de Israel y a partir de esa fecha comenzaron a circular las monedas griegas. 




¿De dónde proviene el término “dracma”?




El término «dracma» proviene del griego antiguo “empuñar, agarrar” lo que nos habla de un “puñado”. Una dracma se divide en seis óbolos. Los primeros óbolos consistían en una barra de metal larga y fina, por lo que un «puñado» de seis de ellos constituiría el peso de una dracma.

El óbolo fue una moneda griega de plata cuyo valor es la sexta parte de una dracma. Los óbolos vinieron a ser utilizado como monedas al representar los lingotes de cobre o de bronce, y se negociaba con ellos como tal. El óbolo es también una unidad de peso.

¿Qué valor tenía una dracma en los días de Jesús?

El valor era equivalente al salario diario común de un obrero, la moneda romana de mismo valor, era el denario de 3,6 grs. de plata 




¿Por qué se debe de encender una lámpara para ir en su búsqueda?

En aquellos tiempos no era difícil perder una moneda, debido a que por ejemplo, una casa de campesinos era oscura, sin ventanas, y con un piso de tierra irregular; si una moneda se caía al suelo, no resultaba sencillo hallarla. Por dicho motivo la mujer de la parábola tuvo que “encender una lámpara, barrer la casa, y buscar cuidadosamente”, para encontrarla (v.8). 

En los tiempos de Jesús las mujeres casadas se ponían una cinta en el cabello (diadema) o un collar que estaba compuesto de monedas en forma de cadena. Las monedas solían ser parte de la dote de su matrimonio cuando se casaban. 

Era una costumbre establecida que al menos algo del precio de la dote sería dado a la novia, además de cualquiera otro regalo personal de los padres a la novia.

Las dracmas se cosían como un adorno en su velo nupcial el día de su boda, y luego las mantenía pegadas al velo a la vista de todos, estando en la casa y también en público.

Esta diadema/cinta tenía diferentes funciones en la vida de la mujer casada en aquellos tiempos.

Las monedas en la diadema declaraban su estatus como mujer casada. Le dejaba saber a los hombres que ella no estaba disponible. Cumplía el mismo propósito que el anillo matrimonial hoy en día.

Las monedas eran un recuerdo constante a su esposo que si él se divorciaba de ella, ella podía tener un nuevo comienzo. 

La parte de la dote que se le daba a la novia venía a ser una riqueza para ella en caso de que su matrimonio termine en fracaso. 

Cada una de esas monedas, representaban posiblemente una virtud de su persona, y eran su adorno. 

La ausencia de una sola moneda, hacía incompleta la diadema, porque cada una, hablaba de su persona. El hecho de que le faltara una podía significar mucho.

Las monedas en la diadema también se usaban para identificar una mujer pecadora. Cuando una mujer era culpable de infidelidad, una moneda era removida de la diadema para dejar saber a todo el que la miraba que ella era una mujer adúltera.

En otras palabras estas monedas estaban allí para darle honor a la mujer y si esa moneda estaba ausente, su belleza se veía afectada.

Con esto en mente, es fácil ver porque esta moneda perdida era suficiente para que la mujer de la parábola se esforzase en encontrarla.

¿Qué significa la dracma perdida?

Como hemos visto, las dracmas recibidas son parte de la dote. Nosotros estamos desposados (comprometidos) con el Cordero de Dios y como parte de la dote hemos recibido dones del Espíritu Santo; algunos han recibido 5, otros dos y otros uno. 

De todos los talentos o dones recibidos hemos de dar cuenta cuando regrese el Esposo (Mateo 25:14-29). Imaginémonos que cuenta podrá entregar el que perdió o no negoció su única dracma.

“No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.” (1 Timoteo 4:14)

¿Qué me ha dado Dios?

Cada uno debe hacerse esta pregunta, cada cual debe examinar su vida y preguntarse… ¿Qué servicio puedo ofrecer para edificación de la iglesia? ¿En qué puedo ser útil?

Cuando identificamos el don o los dones que hemos recibido, debemos estar prestos para utilizarlos en el desarrollo de la iglesia.

¿Le ha dado el Señor amor por las almas? Vaya entonces en busca de la oveja perdida y restaure a la quebrantada

¿Le ha dado espíritu de oración? Clame entonces en favor de los enfermos y de los más necesitados

¿Le ha dado fe? Anime entonces a los de poco ánimo y póngase por ejemplo ante quienes le conocen

¿Le ha dado una linda voz? Alabe al Señor en todo tiempo sin hacerse de rogar

¿Le ha dado talento para la música? Participe de ello a los hermanos y no se niegue a enseñar a los que deseen aprender

¿Le ha entregado amplio conocimiento para interpretar Las Escrituras? Enseñe gratuitamente a los hermanos y gente que necesite de esta gracia para salvación

¿Qué hemos perdido?

Con el paso del tiempo es probable que nos demos cuenta que algo o más de algo hemos perdido…

Algunos habrán dejado su primer amor, otros habrán dejado de visitar a los enfermos, otros habrán abandonado sus responsabilidades y otros se habrán apartado de la congregación.

¿La causa? Como hemos visto anteriormente es nuestro descuido. 

La mujer de la parábola es figura de un creyente que en un momento de descuido, extravía una posesión de valor para su vida. Se encuentra en un lugar de escasa luz como figura de su vida espiritual y se hace necesario, para poder recuperar lo perdido, encender una lámpara.

La lámpara es figura de la Palabra de Dios… “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.” (Salmos 119:105)

El encender la lámpara trae consigo bendición. La Biblia dice… “La necedad es alegría al falto de entendimiento; Mas el hombre entendido endereza sus pasos.” (Proverbios 15:21)

¿Qué representa el barrer la casa?

La Biblia dice que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo (1 Cor. 6:19) y también dice que es nuestra morada terrestre y lo compara con un tabernáculo (2 Cor. 5:1) En 1 Corintios 3:17 dice: “Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.” 

Entonces la “casa” que permanentemente debemos barrer, es nuestro cuerpo el cual se ensucia con las contaminaciones del mundo. Y se barre por medio de la lectura y por el prestar atención a la Palabra de Dios… “ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. (Juan 15:3)

Si buscamos diligentemente sin duda hemos de hallar lo perdido… “Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” (Mateo 7:8)

¿Que representan las amigas y vecinas?

Las amigas es figura de quienes hacen la voluntad de Dios… “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.” (Juan 15:14) 

Y las vecinas son la nube de testigos que tenemos a nuestro alrededor… “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,” (Hebreos 12:1)

¿Por qué se debe compartir el gozo de haber encontrado la dracma?

Se debe compartir por las siguientes razones:

En la parábola de la oveja perdida dice “…Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.” (Lucas 15:6).

Cuando uno da testimonio de la obra que Dios ha hecho al rescatarnos del pecado; esto produce un cambio en los oyentes como podemos ver en varios pasajes bíblicos y en especial, el del endemoniado Gadareno “…Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.” (Marcos 5:20) 

El gozo del Pastor de los pastores es por su propiedad recuperada.

Lo mismo acontece con el gozo expresado por el Padre ante el retorno del hijo pródigo.

(Pródigo: Que desperdicia y consume su hacienda en gastos inútiles, sin medida ni razón)

¿Cuál es el propósito de esta enseñanza?

  • Que apreciemos el sublime y gran amor de nuestro Salvador, que de buena voluntad, entregó su vida a cambio de la nuestra; es por ello que expresa su gozo cada vez que un pecador se arrepiente no haciendo vano su sacrificio en la cruz.
  • Que sepamos apreciar el amor de quienes velan por nuestras almas y diferenciar de aquellos que no sienten dolor por los que abandonan el redil.
  • Que valoremos el amor de Dios por una oveja extraviada de un total de cien, por un hijo prodigo de muchos que se encontraban seguros en casa, por una dracma perdida de un total de diez.
  • Que valoremos cuanto le importa a nuestro Señor Jesucristo, el bienestar de las ovejas



Pastor José, noviembre de 2013.-