Revelación por Medio de la Fe

ÉXODO 16:35

 Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán.


El pueblo de Israel recibió como alimento durante su estadía en el desierto, el Maná cuya apariencia era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel (Ex. 16:31). 

En el Maná encontramos la figura de Cristo como “el pan que descendió del cielo” (Jn. 6:58), este fue el alimento fundamental para sobrevivir en el desierto, lo recibieron sin pagar precio, en forma gratuita, tal como nosotros recibimos a Cristo, sin pagar precio por nuestra redención. Este alimento no “los dejó huérfanos”, lo recibieron hasta entrar en la tierra prometida.

Pasado algunos años se cansaron de comer Maná y echaron de menos la comida de Egipto, así fue también rechazado Cristo... “a lo suyo vino, y los suyos no le recibieron” (Jn. 1:11)

El Maná descendía del cielo (Ex. 16:4) y se podía cocinar. El pueblo de Israel cuando lo recibió por primera vez, le llamó Maná diciendo ¿Que es esto?, porque no sabían lo que era (Ex. 16:15). Dicho de manera espiritual “no lo conocieron” como a Cristo el verdadero pan del cielo “no lo conocieron”.

El ejemplo más claro esta cuando Moisés recibió las dos tablas del testimonio, luego de hablar con Dios su rostro resplandecía y el pueblo de Israel tuvo miedo, por tal razón cubrió su rostro con un velo, entonces pudieron ver el velo y no la gloria tras el; no pudieron conocer a Cristo como el Mesías prometido mientras el velo no les sea quitado, a nosotros el velo de carne nos fue quitado y debido a ello podemos comprender el misterio de Cristo (Colosenses 4:3)

El pueblo de Israel solo veía lo que estaba delante de sus ojos, no podían ver más allá porque no tenían discernimiento de espíritu, a ellos solo le era requerido tener fe, en el libro de Los Hebreos Cap. 11, escrito al pueblo de Israel, se señalan varios hechos destacados por la fe. Ellos solo debían creer en la Palabra de Dios pero no les aprovechó el oír la Palabra por no ir acompañada de fe en los que la oyeron (Hebreos 4:2). La Biblia dice que... “la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.” (Gálatas 3:12)

En nuestro tiempo existe un por qué para que no se manifieste en nosotros una mayor bendición espiritual, y ese por qué es la duda (Stgo. 1:6-7), no dudamos de que Dios tiene poder, pero si dudamos cuando debemos usar el poder recibido por el Espíritu Santo para edificación de su obra.

¿Cómo podemos vencer la duda?



La duda se puede vencer con su opuesto que es la Fe. La fe es un don de Dios (Efes. 2:8; 1 Cor. 12:9), la fe se puede aumentar con el oír la Palabra de Dios  (Rom. 10:17), pero cuidado que así como se incrementa también se puede perder al oír no la Palabra de Dios, sino a espíritus engañadores (1 Tim. 4:1).

Pastor José García
Gracia y Paz en el nombre de nuestro Señor Jesucristo
Febrero 22 de 2007.-