El Amor al Dinero



“El que ama el dinero, no se saciara de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacara fruto. También esto es vanidad.
(Eclesiastés 5:10)

Texto Base en 1 Timoteo…


  • 6:5 disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.
  • 6:6 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;
  • 6:7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
  • 6:8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
  • 6:9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
  • 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Uno de los problemas más grandes que cambia el corazón del hombre hasta tal grado que este puede perder la salvación, es el amor al dinero.

La Biblia entrega bastantes enseñanzas con respecto a este tema como por ejemplo la entrega del Señor Jesús por treinta monedas de plata, el apropiarse del anatema de Jericó por parte de Acán, el pecado de Balaam al menospreciar al pueblo de Dios a cambio de la recompensa ofrecida por el rey Barac.

Mateo 26:15 y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata.”



Josué 7:21 Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello.”

2 Pedro 2:15 Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad,”

En los tiempos actuales dentro de las denominadas Iglesias cristianas, se ha incrementado el interés por obtener dinero con el pretexto de las necesidades de expansión de la obra de Dios.

Si bien es cierto que la obra de determinadas iglesias se ha expandido, también se ha observado el enriquecimiento de numerosos ministros que no viven en conformidad a la enseñanza Bíblica.

La Biblia desde hace mucho tiempo nos advierte sobre los falsos profetas y maestros de este tiempo… “2 Pedro 2:3 y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.”

Mercader es quien vende un producto a cambio de dinero, entonces…

¿Qué puede vender un falso profeta o un falso maestro?

La respuesta es: la Palabra de Dios.

El Señor Jesucristo no nos vendió el Evangelio, sino que entregó su vida para que nosotros lo recibiéramos gratuitamente:

Isaías 55:1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.”

Proverbios 23:23 Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.”

¿Cómo entonces podrá uno vender lo que se ha recibido gratuitamente?

Es cierto que si uno escribe un libro, tenga derecho a recuperar parte de lo invertido a fin de poder continuar difundiendo las enseñanzas del Señor, pero que esto no sea razón para buscar un enriquecimiento personal ya que el Señor dijo…

Mateo 10:8-10: Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento.”

El “Evangelio de la Prosperidad”, contrasta con la Enseñanza de nuestro Señor Jesucristo en Lucas 9:58 en donde dice: “Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.”

Los promotores del Evangelio de la Prosperidad sostienen que Dios quiere que sus hijos sean todos ricos y que tengan lo mejor de todo, que sean prosperados en todo.

Extracto tomado de la página Web “señales antes del fin – “Tres de los Tele-evangelistas mayores reciben 100 millones, 110 millones y 130 millones de dólares al año respectivamente a través de sus esfuerzos evangelísticos en la T.V. Muchas de estas superestrellas del evangelismo conducen Rolls Royce, tienen casas de varios millones de dólares y viajan en sus Jets privados. Ningún hombre que esté dedicado al servicio de Dios debe vivir en esta forma ostentosa. ¡Ninguno!

Un predicador que viaje mucho podría tener un avión privado y un buen carro. Pero una casa de 23 millones de dólares y un Rolls Royce, un coche con el que se pueden comprar 6 Mercedes son lujos que causan que otros pequen, porque dan razón a que la gente del mundo digan cosas inapropiadas del resto de los hijos de Dios. ¡Debemos tratar de no hacer nada que pueda ser una piedra de tropiezo para los demás hermanos! A veces esto es imposible, pero al parecer, a algunos no le importa eso.”

Los predicadores de la prosperidad han llegado a decir “para qué vivir pensando en andar por calles de oro cuando ahora el pueblo necesita de tales riquezas”

Este pensamiento induce a la ambición de poseer riquezas sin saber si se está preparado para ser rico.

Existe un dicho que dice… “La ambición rompe el saco”. Probablemente fue tomado de Hageo 1:6.


Proverbios 30:7-9 dice: “Dos cosas te he demandado; No me las niegues antes que muera: Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.”

Hubo un hombre que no estaba preparado para ser pobre y prefirió ser rico en esta tierra antes que obtener la vida eterna como lo podemos ver en la siguiente enseñanza sobre un joven rico:

Texto en Mateo 19:16-26

  • “(16) Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
  • (17) El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
  • (18) Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
  • (19) Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
  • (20) El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?
  • (21) Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
  • (22) Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
  • (23) Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.
  • (24) Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
  • (25) Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
  • (26) Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.”
El joven se regresa entristecido

  1. Se interesó por la vida eterna
  2. Quería saber el requisito para obtenerla
  3. Llamó bueno al Señor  porque habría oído de sus muchas misericordias
  4. Había guardado los mandamientos citados por el Señor desde su juventud
  5. El Señor sabía que el joven era rico y quiso probarlo
  6. Vende todo lo que tienes, dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo
  7. El joven no estaba preparado para ser pobre y se fue triste
  8. Le dio mayor valor a las riquezas terrenales que a las celestiales
  9. ¿Por qué?
  10. Porque las terrenales las tenía al alcance de su mano, pero las celestiales se tienen por medio de la fe…
El libro de Hebreos hablando de Moisés dice: “11:26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.”

Para ser prosperados por el Señor no basta con dar una buena ofrenda con la esperanza de recibir a cambio 10 por uno, o 100 por uno como dicen los promotores del llamado Evangelio de la Prosperidad, sino que demanda de nosotros que nos preocupemos de su obra, fundamentalmente de dar testimonio del Señor Jesucristo para salvación de los gentiles.

En Hageo 2:8 el Señor nos dice… “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.” Por lo tanto la ofrenda es parte, no es todo en la obra de Dios. Y para que esta sea aceptable a sus ojos como la ofrenda de Abel, tiene que ser hecha con amor.

¿Por qué el pueblo no es prosperado?

Porque se afana en cuidar su casa terrenal, de comer bien, pasear bastante, divertirse harto, pero, siempre hay un pero; no se preocupa con el mismo esmero de la casa de Dios y de su propia casa espiritual.

Como resultado, puede ganar mucho dinero pero no le aprovecha, más no se da cuenta cómo se le escurre de entre los dedos de su mano, y esto no porque Dios no le haya advertido al respecto, sino que se debe a su propia necedad… Proverbios 12:15 “El camino del NECIO es derecho en su opinión; Mas el que obedece al consejo es sabio.”

Es por esta razón que el profeta Hageo 1:4-6 dice… “¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta? Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto.”



Pasto José: 11 de junio de 2011