Las Bodas de Cana


La mayoría de las veces cuando leemos el pasaje sobre las bodas de Caná de Galilea, le damos mayor importancia al milagro de la conversión del agua en vino, pero la verdadera enseñanza se encuentra en el trasfondo espiritual de lo que quiere el Señor comunicarnos a nosotros. De esto trata este estudio:

Juan Capítulo 2
Reina-Valera 1960

Las bodas de Caná

1. Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
2. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
3. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
4. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
5. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
6. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
7. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
8. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
9. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo,
10. y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; más tú has reservado el buen vino hasta ahora.
11. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.

El tema central del pasaje es la celebración de unas bodas, nótese que no se trata de una boda como muchos enseñan, sino de “unas bodas” (vers. 1)

A estas bodas se encontraba presente en calidad de invitada la “madre” de Jesús, y también Jesús con sus discípulos.

Nosotros también somos invitados por el Espíritu Santo a las bodas, no de Caná, sino de la Canaán Celestial.

En el lugar había seis tinajas de piedra para agua para la purificación de los judíos. Estas tinajas se encontraban vacías, tal como el corazón del hombre, vacío, sin el agua que representa la revelación de la Palabra de Cristo que fluye por el interior de los que creen, como ríos de agua viva (Juan 7:38).

Para ser purificados de nuestros pecados, debemos de hacer “todo lo que Jesús nos dijere”, entonces estaremos limpios por la Palabra que Él nos ha hablado. (Juan 15:3)

En primer lugar debemos dejar que nuestras tinajas se llenen de agua para que seamos transformados en una nueva criatura y participemos también del vino que representa la sangre del Señor Jesucristo que nos lava (purifica) de todos nuestros pecados. (1 Juan 1:7)

El vino representa el gozo de la fiesta, la alegría del corazón del hombre. “Has dado a mi corazón más alegría que cuando abundan en trigo y en vino” (Sal 4,8). “El vino alegra el corazón del hombre” (Sal 104,15).




El maestresala, celoso guardián de la institución y mantenedor de la fiesta, ni siquiera se ha dado cuenta de que no había vino. 

Este maestresala representa al orden sacerdotal de la Ley. En cambio, los “servidores” que representan a los discípulos de Cristo, si sabían dónde había vino nuevo y bueno, ellos habían suministrado el agua para las tinajas y habían sido testigos del milagro de la transformación del agua en vino.



Nosotros hemos sido llamados para ser testigos de Cristo… “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución (desenfreno, libertinaje); antes bien sed llenos del Espíritu Santo” (Ef.5:18) Entonces el mundo dirá de nosotros “… estos están llenos de mosto” (Hechos 2: 13)

El maestresala  le hace saber al esposo  que el “buen vino” se  sirve al comienzo  y luego el de inferior calidad. Esto debido a que en el comienzo disfrutarán del sabor del buen vino, pero luego ya embriagados, no notaran el cambio cuando beban vino de calidad inferior, por supuesto, más barato.

Pero lo que no sabía es que el vino que estaban disfrutando era de calidad superior a todos los vinos que jamás en sus vidas probaron, porque este “buen vino”, es figura de la sangre preciosa de nuestro amado Señor Jesucristo.


Gracia y paz en el Señor Jesucristo
Jogar 09 de abril de 2014.-