El Modernismo Versus la Palabra de Dios


En los tiempos actuales se puede observar como muchas denominaciones buscan con esmero nuevas estrategias y métodos, para captar la atención de un mayor número de almas y una vez que diseñan su plan maestro, buscan argumentos bíblicos que lo amparen.

Tanto esfuerzo por lograr crecer confunde no sólo a los "Pastores" sino que también a las ovejas apartándolas del lugar de delicados pastos (Palabra de Dios) a otros donde solo existe la algarroba, cuando la fórmula para crecer es tan sencilla, basta leer con fe la Palabra de Dios y poner por obra lo que dice en Mateo 9:38…”Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.”

Es tal la cantidad de cambios introducidos buscando poder adaptarse al mundo actual con el fin de captar el interés de las personas para que estas acudan a los pies del Señor, que han dejado de lado las enseñanzas que desde el tiempo del profeta Jeremías nos advierten diciendo “…Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.” (Jer.15:19b)

Se ha modificado la forma de adorar al Señor. Durante generaciones se alzaban las manos al cielo en señal de adoración, en cambio ahora se ha sustituido por los aplausos al igual que el mundo secular. 

Sobre el alzar las manos, la Biblia dice… “Alzad vuestras manos al santuario, Y bendecid a Jehová.” (Salmos 134:2); “Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.” (Salmos 63:4); “Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec." (Éxodo 17:11); otros (Salmos 28:2, 77:2, 119:48. 143:6)

Si bien es cierto que los aplausos figuran en la Biblia, estos están más relacionados con los cánticos de adoración y no como una aclamación a Dios… “Cantad alegres a Jehová, toda la tierra; Levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos” (Salmos 98:4); “Pueblos todos, batid las manos; Aclamad a Dios con voz de júbilo” (Salmos 47:1)

La frase “démosle un aplauso al Señor”, se ha diseminado por la gran mayoría de las neo Iglesias de los últimos tiempos.

Otro de los cambios o sustituciones que se han introducido como la levadura que leuda toda la masa, es la forma de orar. En la actualidad muchas iglesias han dejado de orar de rodillas; se ruega sentados y se escucha la lectura de la Palabra de Dios sentados. Durante siglos se ha orado de rodillas y, cuando se lee la Palabra de Dios, la congregación se ha puesto de pie como señal de respeto.

En estos días las iglesias “modernas” consideran como “tradicionalistas” a quienes siguen apegados a la senda antigua. Existe una gran diferencia entre guardar tradiciones de hombres o guardar la Palabra de Dios. Las iglesias que se guían por la Palabra de Dios no son tradicionalistas, más bien son fundamentalistas…: “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,” (Efesios 2:20)

Son varias las citas Bíblicas en donde se muestra el ejemplo de grandes siervos de Dios que oraban de rodillas, pero basta con citar aquel que nos da el Señor Jesucristo… “Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,” (Lucas 22:41)

También se ha multiplicado en estos tiempos el “Evangelio de la Prosperidad”, llamado así por quienes dicen que ser pobre es pecado. La Biblia nos advierte de estos falsos obreros que harán (en nuestros días) mercadería del pueblo de Dios, siguiendo por lucro el camino de Balaam (2 Pedro 2:3, 15; Judas 1:11; Apocalipsis 2:14)

Y que hablar sobre la presentación personal de muchos que están al frente de alguna responsabilidad en la obra de Dios, les da lo mismo predicar  a cuello descubierto y en mangas de camisa, y con el correr el tiempo, terminarán en pantalones cortos en el púlpito, ya que la Biblia nos dice que “un poco de levadura leuda toda la masa” (1 Corintios 5:6; Gálatas 5:9). 

Que lejos del requisito Bíblico que Dios exigía a sus sacerdotes en el tiempo antiguo… “No subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él.”(Éxodo 20:26

Ante el gran número de cambios introducidos al interior de las iglesias en estos “últimos tiempos”, es muy recomendable hacer un alto en el camino y meditar en el siguiente versículo… “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.” (Jeremías 6:16)

Que el Señor Jesucristo le bendiga

aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” (Efesios 5:16)

Pastor José García