El Valor de la Misericordia


“Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.” 
(Lucas 6:36)

La “Misericordia” está estrechamente relacionada con la palabra Amor. Misericordia significa “Virtud que nos hace tener compasión de los males ajenos // Virtud que nos impulsa a perdonar”, en cambio “Amor” en 1 Cor. 13: 5 dice.... “no se irrita, no guarda rencor...” por lo tanto nos predispone, al no guardar rencor, a perdonar.

Es sumamente importante conocer, entender y practicar esta virtud. El Señor Jesucristo nos pide que seamos misericordiosos... “misericordia quiero, y no sacrificio” (Mat. 12:7) “Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio” (Stgo. 2:13)

En la Biblia tenemos dos grandes enseñanzas sobre esta materia, la primera de ellas en el A.T., relacionada con la vida del Rey David, y la segunda la encontramos en el N.T. y está relacionada con la parábola del Buen Samaritano.

Veamos primero el ejemplo que nos deja la vida del Rey David:

Por todos es bien sabido que David era “conforme al corazón de Jehová” (1 Sam. 13:14), por lo tanto fue durante toda su vida “misericordioso”. Cuando el Rey Saúl era atormentado por un espíritu malo, David tocaba su arpa y este espíritu se apartaba de Saúl. Pero en una oportunidad Saúl poseso de dicho espíritu, trató de enclavar con su lanza a David (1 Sam. 18:10-11).  

A pesar de ello, David le amó y tuvo misericordia de él.  Saúl persiguió a David por mucho tiempo pero Jehová le libraba de su mano.

En una ocasión cuando se encontraba David escondido en una cueva, tuvo la oportunidad de quitarle la vida a su perseguidor pero no lo hizo, solo cortó con mucho pesar, el borde del manto de Saúl... (1 Sam. 24:4-6). 

Fue además misericordioso con Mefi-boset, hijo lisiado de Jonatán (2 Sam. 9:7).

Hay que considerar que Saúl ordenó la muerte de 85 sacerdotes (1 Sam. 22:13-19) y a pesar de ello, David no combatió a Saúl sino que le respetó por ser un “ungido de Jehová”.  La Biblia dice que David lloró por la muerte de Saúl y le quitó la vida al amalecita que le trajo la noticia por haberle quitado la vida al ungido de Jehová. (2 Sam. 1:11-16).

El Pecado de David

El Salmo 51 es la confesión de David después de un evento trágico en su vida.  En II Samuel 11:1 - 12:1-23 se relatan los detalles del pecado que el rey David cometió.  II Samuel 11:1 dice: "En el tiempo que salen los reyes a la guerra".  En esta ocasión, David decidió que su ejército podía salir a la guerra sin él, y se quedó en la casa sin hacer nada.
  
Fue así que, cuando él caminaba sobre la terraza de su casa, vio a una mujer vecina bañándose; la codició, la tomó y adulteró con ella.  Esta mujer era la esposa de uno de sus soldados llamado Urías.


Urías era de los más valientes de sus soldados; no era judío sino heteo. Luego David lo engañó y mandó con él mismo una carta para el jefe del ejército para que le provocara la muerte en la batalla. Así murió Urías.

Pasaron días y meses, y David continuaba viviendo en su pecado.  Dios, viendo que David no hacía nada para rectificar su hecho pecaminoso, mandó al profeta Natán para que lo amonestara.

Notemos que Dios le dio suficiente tiempo, pero David necesitaba un impulso para que confesara su pecado. Cuando Natán le indicó que él era culpable, David lo confesó inmediatamente.

Natán le dio la sentencia de que su hijo, producto del adulterio, iba a morir. Además, le dijo que su pecado sería perdonado, pero que las consecuencias las tendría que sufrir. De su propia casa se iban a levantar sus enemigos.

¿Por qué no fue David a ofrecer unos animales para el perdón de sus pecados? 

Respuesta: En el sistema de sacrificios por el pecado, Dios no había dado lugar para sacrificar animales por el pecado de adulterio o asesinato.

La pena era la muerte, vida por vida. Ver Deuteronomio 19:11-13; Éxodo 20:13; Mateo 19:18. David sabía todo eso. 

¿Sobre cuál base pedía perdón David? 

Conforme a la gran misericordia de Dios... “la misericordia triunfa sobre el juicio”

En el Salmo 51:1-2. David le pidió a Dios que borrara sus rebeliones, que lo lavara y que lo limpiara,  deseaba que Dios lo limpiara a tal grado que no quedara en él la tendencia de pecar.  Veía su pecado como una lepra horrible.  

En forma semejante se nos ha presentado el sentir de Dios contra el pecado.  El sentir de David es como si viera la gracia de Dios, la cual gozamos hoy, cuando nosotros somos lavados por la sangre de Cristo y por la Palabra de Dios.

Humanamente, ¿quién puede perdonar a alguien?  Sólo la persona quien ha sido ofendida.  Si el ofendido no está listo a perdonar, no puede haber perdón ni restauración de comunión entre ambos.  

El precio del perdón no es barato. El Salmo 51:17 muestra lo que cuesta la completa humillación y arrepentimiento de parte del ofensor.

En el Salmo 51:4, ¿Cómo veía el salmista su pecado?  

David reconoció que había pecado.  Él sabía que Dios es justo en su juicio.  David había cometido un homicidio. Homicidio es quitarle la vida a otra persona, lo cual es un gran pecado.  

David, al cometer homicidio, pecó contra Dios.  

Por muchos meses cargó con el peso del pecado; lo recordaba continuamente.  Él usa la palabra rebeliones. 

Había pecado contra Urías al quitarle su esposa Betzabé, y luego al matarlo por mano de los enemigos.  Era necesario confesar la magnitud de su pecado.  David había endurecido su corazón por un largo tiempo encubriendo su pecado, deshonrando a su familia y a la nación.

Salmo 51:4, "Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos".  David había pecado contra Dios.  Él era culpable de codicia, de pereza, adulterio y homicidio.

"Para que seas reconocido justo en tu Palabra y tenido por puro en tu justicia". Este es el arrepentimiento que Dios quiere. 

La palabra "arrepentimiento" quiere decir cambiar de camino y estar de acuerdo con la justicia divina. Dios puede perdonar o condenar dependiendo de la actitud de la persona. 

Dios le dijo por medio del profeta Natán que él había pecado. David se arrepiente, demuestra que Dios tiene razón, que es justo en denunciar su pecado y pronunciar su castigo.

Salmo 51:5, "He aquí en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre".  Al pronunciar estas palabras, David no se refiere a que su madre haya vivido en adulterio.  Se refería al pecado heredado que traemos por naturaleza.

Como hemos dicho anteriormente, David fue misericordioso y es por ello que alcanzó misericordia “Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio” (Stgo. 2:13)

Bajo la Ley le esperaba la muerte pero la misericordia del Señor lo libra de la muerte... “por gracia sois salvos”

Dios proveyó la manera de conseguir el perdón de nuestros pecados y lo hizo mediante el sacrificio de Jesucristo en la cruz del Calvario.

Muchas veces levantamos rápidamente, sin pensar, nuestras manos para condenar, pero nos olvidamos que Jesús enseñó...” Ni yo te condeno; vete, y no peques más.” (Juan 8:11)

Jesús es el buen samaritano que por nosotros fue movido a misericordia “Luc. 10:33) y nos enseña en Lucas 10:36 “¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

Gracia, misericordia y paz en el nombre de nuestro Señor Jesucristo,

Pastor José García B.
Jueves 08 de Junio de 2006, actualizado el 10 de marzo de 2016.-