El Lado Bueno de la Navidad


¿El motivo de la celebración?

Sin duda alguna el motivo de celebrar la navidad es recordar el nacimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

¿Cuáles eran las señales profetizadas acerca de su nacimiento?

La primera profecía al respecto la encontramos en el libro de Génesis, capítulo 3, versículo 15 en donde dice que Él (su nombre todavía no era manifestado) vendría “de la simiente de la mujer”.  

“Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”


Posteriormente encontramos el cumplimiento de esta profecía en el Nuevo Testamento, específicamente en el libro a Los Gálatas… “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley” (Gálatas 4:4)


También el profeta Isaías dice que la mujer de la cual vendría la simiente, sería virgen… “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” (Isaías 7:14). 


Esta profecía tuvo fiel cumplimiento según lo relatado en los evangelios de Mateo y Lucas… “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.” (Mateo 1:18).

Luego encontramos que el ángel Gabriel fue enviado a Nazaret para anunciarle a María la bendición del nacimiento de Jesús: “… una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.” (Lucas 1:27-28)

En los Salmos encontramos que Jesús (cuyo nombre bajo la Ley todavía no era revelado), sería el Hijo de Dios: “Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.” (Salmos 2:7)

En el evangelio de Mateo encontramos el cumplimiento de la profecía anterior: “Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” (Mateo 3:17)

También fue profetizado que sería sacerdote de un orden eterno, de Melquisedec: “Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre Según el orden de Melquisedec. (Salmos 110:4

El cumplimiento de esta profecía lo encontramos en el libro a los Hebreos: “Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec.” (Hebreos 5:6)


Estaba profetizado que según la carne, sería descendiente de Abraham: “En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.” (Génesis 22:18), cumpliéndose esta profecía según lo registra la genealogía que relata el evangelio de Mateo: “libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.” (Mateo 1:1)

El profeta Jeremías dijo que vendría del linaje de David: “He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.” (Jeremías 23:5) Y el libro de los Salmos dice: “Hice pacto con mi escogido; Juré a David mi siervo, diciendo: Para siempre confirmaré tu descendencia,” (Salmos 89:3-4)


Su venida habría de ser proclamada: “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.” (Malaquías 3:1) Luego vemos el cumplimiento en los libros de Mateo, Juan y Lucas, por ejemplo: “Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.” (Juan 1:23)



Sublime Profecía:

El lugar de su nacimiento fue profetizado  alrededor de 800 años antes de su cumplimiento a través del profeta Miqueas.  El nombre Miqueas es una forma abreviada de Miguel que significa “¿Quién Es Como Dios?”. El profeta dijo: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.” (Miqueas 5:2)


El profeta está diciendo que en Belén (Casa del pan), habría de manifestarse Cristo, el Pan de Vida, el Señor que no tiene principio de días. Esta profecía realza aún más el fiel cumplimiento de la Palabra de Dios por cuanto José y María vivían en ese entonces en Nazaret a unos 150 kilómetros de distancia de Belén, a través de caminos montañosos y difíciles de transitar por lo que se requería aproximadamente de cinco días de viaje a lomo de burro. 

José se vio obligado a regresar a su lugar de origen acompañado de María, para empadronarse a causa del decreto de augusto César. Este decreto produjo el cumplimiento de la profecía de Miqueas ya que tuvieron que regresar a Belén donde nació Jesús (Lucas capítulo dos)


¿De dónde viene la entrega de regalos en Navidad?

La Biblia dice que cuando nació Jesús en Belén, vinieron unos magos a visitarle, no dice cuántos eran, tampoco dice sus nombres y si eran reyes, sólo dice que eran del oriente: “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos” (Mateo 2:1)


En aquellos tiempos, se llamaba magos a quienes interpretaban las estrellas. El término mago procede del griego, magoi, y significa matemático, astrónomo y astrólogo. Tertuliano afirmó que los magos debían haber sido reyes procedentes de Oriente. 

La Biblia proféticamente había anunciado que saldría una estrella de Israel, esta estrella está destacada con letras mayúsculas en la versión Reina Valera, y junto con la aparición de la estrella, Israel iba a tener Rey: “Lo veré, más no ahora; Lo miraré, mas no de cerca; Saldrá ESTRELLA de Jacob, Y se levantará cetro de Israel…” (Número 24:17).

En Mateo 2:2 nos muestra el cumplimiento de la profecía diciendo que los magos llegaron preguntando “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto…”

En el siglo III, el teólogo Orígenes (185-253) indicó que los Reyes Magos eran tres. Tomando en cuenta la cantidad de regalos ofrecidos a Jesús, se ha aceptado esta versión ya que son tres los regalos que se nombran en el Evangelio de San Mateo: oro, incienso y mirra.

La Navidad de 1914

Se conoce como Tregua de Navidad a un breve alto el fuego no oficial que ocurrió entre el Imperio Alemán y las tropas británicas estacionadas en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial durante la navidad de 1914. La tregua comenzó en la víspera de la Navidad, el 24 de diciembre de 1914 cuando las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras, luego continuaron con su celebración cantando villancicos, específicamente Stille Nacht (Noche de paz). 

Las tropas británicas en las trincheras al otro lado respondieron entonces con villancicos en inglés.

Ambos lados continuaron el intercambio gritando saludos de Navidad los unos a los otros. Pronto ya había llamadas a visitas en la tierra de nadie, donde pequeños regalos fueron intercambiados: whisky, cigarrillos, etc. La artillería en esa región permaneció silenciosa esa noche.
La tregua también permitió que los caídos recientes fueran recuperados desde detrás de las líneas y enterrados.
Se condujeron ceremonias de entierro con soldados de ambos lados del conflicto, juntos llorando las pérdidas y ofreciéndose su respeto.
En un entierro en la Tierra de nadie, soldados británicos y alemanes se reunieron para leer un fragmento del Salmo 23.

¿Pudo la tregua de 1914 haber puesto fin a la Primera Guerra Mundial? 

Un sobreviviente, Albert Moren, cree que sí. “Si la tregua se hubiera prolongado otra semana”, asegura, “habría sido muy difícil reiniciar la guerra”. En este caso se habrían salvado casi nueve millones de hombres que morirían antes del Armisticio. 

La tregua navideña de 1914 continuó en algunos sectores del frente hasta el Año Nuevo, y aún después. “tuvimos que dejar que durara todo ese tiempo”, explicó un alemán, en una carta enviada a su casa. “Queríamos ver cómo salían las fotos que ellos nos tomaron”. 

¿Entonces, es malo o bueno celebrar la Navidad?


La Navidad no obliga a nadie a ser feliz, no quita las tristezas, pero sí que es un aliento para superarlas, un tiempo para vivir con otros ojos. La Navidad ha detenido guerras, ha unido familias rotas, ha ilusionado el corazón de un niño y hecho llorar de felicidad a un anciano. Ha devuelto el honor a un sin techo y la sonrisa a un deprimido... pero todo ello con la participación de cada uno de nosotros.

Como los sabios magos reconozcamos y demos homenaje a los pequeños de este mundo, a las cosas sencillas, al amor, la amistad, regalemos la sonrisa, la amabilidad, la dulzura en las palabras, la paciencia, la tolerancia y la humildad.

Mientras se celebre la verdadera Navidad, aún existe esperanza para el mundo.

Pastor José, diciembre de 2013