Tener cauterizada la conciencia

 

“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, …” (1Ti 4:1-2)

En primer lugar, debemos saber el significado de las palabras “cauterizar” y “conciencia” de acuerdo a la interpretación de su vocablo de origen, es decir, el griego.

La palabra cauterizar “kauteriázo”; significa marcar, por implicación dejar insensible una herida, esto se hacía a través de un hierro candente. Y la palabra conciencia “suneídesis” se refiere a la conciencia moral, a una conciencia prolongada, del conocimiento que una persona tiene de sí misma y del mundo que la rodea.

El hombre que miente con conciencia de ello, llega al extremo de creer en sus propias mentiras engañándose a sí mismo… “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.” (1 Juan 1:8) Sabe que está mal, pero a causa del pecado persiste en ello.

¿Por qué el hombre miente? Porque oye doctrinas (enseñanzas) de demonios. Cuando la conciencia no está cauterizada (cerrada) esta tiene la capacidad de diferenciar entre lo bueno y lo malo.

No debemos de olvidar que el padre de mentira es satanás… “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.” (Juan 8:44)

 

Vivimos tiempos peligrosos y la Biblia nos advierte de ello: “Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.” (2 Corintios 2:17)

La palabra “medrar” viene del griego “kapeleúo” relacionada con un vendedor ambulante que adultera y falsifica sus productos con el propósito de aumentar sus bienes, reputación, etc., por medio de artimañas o aprovechándose de las circunstancias. 

Esto es algo que ocurre a diario, de allí prácticas tales como la risa santa descontrolada, rugidos e imitaciones de distintos tipos de animales, ladrando como perros, rugiendo como leones, cacareando como gallinas y haciendo todo tipo de ruidos extraños, la unción de la manguera, el chicle santo entre muchas otras manifestaciones extrañas provenientes de espíritus engañadores, perdiendo incluso, todo tipo de inhibición y cometiendo actos vergonzosos y ridículos cayendo en un estado de profunda alteración de la conciencia.

No me imagino a los apóstoles haciendo esto, ni mucho menos a nuestro Señor Jesucristo entregando este tipo de enseñanzas, por el contrario, la Biblia nos enseña: “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.” (1 Corintios 12:7).

El apóstol Pablo hablando de la manifestación don de lenguas aun siendo un don del Espíritu, pone orden para evitar que los indoctos o incrédulos piensen que quienes hablan están locos (1 Corintios 14:23) y posteriormente aconseja “pero hágase todo decentemente y con orden.” (1 Corintios 14:40)

Durante estas manifestaciones no se observa provecho alguno sino desorden y carencia de enseñanzas de la Palabra de Dios no leudada. Algunos incluso se apoyan erróneamente en versículos bíblicos para justificar estos actos debido a que tienen cauterizada sus conciencias.

Gracia y Paz en el Señor Jesucristo.

Pastor Jose

13-11-2020